Dirigido a la familia nuclear y a la familia adquirida

Desde la CUPIF se organiza la Jornada de las familias del preso donde participan diferentes familiares e internos en permiso de salida, tercer grado y libertad condicional a este evento, donde lo importante es crear una red de comunicación entre familiares que deseen expresar sus sentimientos y frustraciones con respecto a la situación de sus familiares en prisión y buscar nuevas alternativas de actuación y apoyo.

OBJETIVOS:

Fortalecer la vinculación familiar construyendo un puente con el exterior mediante el mantenimiento de la relación con los reclusos de manera que pueda constituirse como elemento facilitador de su integración en la sociedad.

Participación y comunicación entre familias de reclusos y éstas con el entramado de redes sociales comunitarias.

Tratar la desorganización familiar mejorando la relación interpersonal de los cónyuges y entre éstos y sus hijos para posibilitar que los padres sean eficaces en las interacciones diarias de la vida familiar.

Detectar una posible problemática adicional en la relación recluso/familia, ante una drogodependencia que puede tomar mayor entidad que el propio estado de reclusión.

Conseguir el apoyo familiar de cara a un control y seguimiento del permiso de salida.

Estudiar la modificación del entorno familiar ante el sentimiento de pérdida de vinculación de los reclusos de cara a la proyección de su vida en libertad.

Enfatizar en la figura de la madre como piedra angular en el proceso de reinserción.

Ofrecer pautas de actuación a la familia en el tratamiento médico-sanitario y social de la Asistencia Post-penitenciaria de los reclusos, como elemento complementario y de refuerzo.

 

«A MI MADRE Y PARA TODAS LAS MADRES DEL MUNDO QUE TODO SE MERECEN»

«Lleva la mirada triste
en su cara reflejada
la vergüenza de ser madre
de quien las gentes hablaban
¿por qué la gente es tan cruel?
¿por qué la gente es tan mala?
¿por qué hacen daño a una madre,
que no es culpable de nada
Yo la recuerdo
con su carita de grana
y sus ojitos brillantes
como la luna mojada
que sonreía de niña
envidiando ser besada.
No hagáis que sienta vergüenza
pues su hijo no hizo nada.
Tan solo tentó la suerte
de lo que él necesitaba.
Madre, dime que no te avergüenzas
y alegra esa linda cara
que pronto estaremos juntos
pues mi condena ya se acaba.»

Fdo. Angel «el chispas». Interno de una cárcel en Madrid